El liricismo de esta fúnebre temática, que, según el smithicista Goddard, recuerda a una escena de "Rebelde sin causa" de James Dean, se ve ampliado, además de por la fuerza vocal de Morrissey, por la inclusión de instrumentos de cuerda, poco común en otros temas de la banda. Estos instrumentistas, en los créditos del disco, aparecen nombrados como la Hated Salford Ensemble (Odiado Conjunto de Salford), aunque, en realidad, no son más que el resultado de la emulación por sintetizador que programó Marr, por falta de tiempo y presupuesto, exceso de celo en colaborar con otros músicos. También por el odio que Morrissey profesaba por todos los instrumentos digitales.